Cualquier parecido con la realidad no es meramente una coincidencia.

domingo, 23 de agosto de 2015

Dieciséis metros

Quererte,
otra vez,
sería como ponerme de nuevo la venda en los ojos y saltar al vacío sin arnés;
ese vacío tan lleno de nada,
que parece tanto...

La última vez,
antes de saltar,
medía quince metros,
pero el olvido cada día excava más rápido,
cada día lo hace un poco más hondo,
y cuando se quiera dar cuenta no podrá salir.

Espero que algún día deje de hacerlo,
porque mis sentimientos se han comprado una casa al borde del precipicio y sería una pena que se cayeran.
Ahora mide dieciséis metros.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario