Cualquier parecido con la realidad no es meramente una coincidencia.

domingo, 18 de enero de 2015

El primer sueño de muchos

Y hoy, por fin, en todo este tiempo que llevo conociéndote, he soñado contigo.
He soñado que te subía a lo alto de un edificio y te escuchaba durante horas, te miraba durante horas, hablábamos durante horas. Y, lo más importante, te pude dar un abrazo.
Quizás era lo que necesitaba, al final va a ser verdad todo eso de que en los sueños encontramos un mundo completamente nuestro. Al parecer te estás convirtiendo en mi mundo, o quizás sólo en una parte de mi vida, no sé. Lo único que sé es que, aunque tú no lo sepas, poco a poco me vas haciendo más falta.

martes, 13 de enero de 2015

En busca de la felicidad.

Llevo quince años buscándola y por fin la he encontrado; la he encontrado a ella.
A esa chica rubia de ojos marrones, a la chica con la que sueño todas las noches desde que la conocí.
A la chica que es musa, que es escusa para escribir sin reglas ortográficas.
La chica que es independiente, que es lágrima, que es nostalgia, que es distancia, y miles de infinitos más; pero sobre todo, es sonrisa.
La chica es es la viva imagen de la locura.
Es ella, la que calza unas Vans, unos vaqueros ajustados, una camisa y, cómo no, una sonrisa.
Después de once años ella llegó a mi vida y ya llevo cuatro caminando de su mano. De esa chica enamorada de la fotografía, la que se sienta conmigo en geografía.
Esa chica loca de remate y guapa de cojones.
Pero da igual cuánto os diga y hable de ella, porque nunca lo vais a entender si no habéis pasado un tiempo a su lado.
Nunca os podré explicar cómo se te contagia cada sentimiento reflejado en su cara.
No puedes saber lo que es la tristeza si nunca la has visto llorar.
Porque la he visto reír a carcajadas, pero nunca llorar de felicidad y espero estar allí cuándo lo haga.
No os podría hablar de su boca, su sonrisa, si nunca habéis visto la puerta al paraíso y no os podría hablar de su mirada si no habéis visto el final del arcoiris.
No sabéis lo que es andar por las nubes, ni saltar de estrella en estrella, ni acampar en la Luna, ni sabéis lo qué es tocar el sol y no abrasarse si no habéis estado a su lado y metido en su mirada.
Porque yo la he visto sería como nunca y más fuerte que nadie.
Porque ella es escudo, espada; espalda amiga.
Es regazo, es amor; es hogar.
Es niña, es mujer, es adulta; es ella, al fin y al cabo

viernes, 9 de enero de 2015

¿Cuánto tardas en dormirte?

Bueno... pensando que desde que empiezo a contar ovejitas hasta que les termino hablando de ti se me pasa media vida, y que entonces recuerdo esos momentos que revivo 1012 veces en mi cabeza...
Y pienso en cómo era el tacto de tus labios, pienso en cómo era cogerte de la mano, enlazar nuestros dedos y, por lo menos yo, sentir cómo están hechos a la perfecta medida; me paso las horas pensando en cómo era cuando mis manos rozaban tu piel suavemente y mis labios se deslizaban por ese abismo, al que muchos llaman clavícula, en el cual si caes pierdes el norte, en el cual yo perdí el norte, los cinco sentidos y el billete del tren que me separa de ti. Los cuales no echo de menos porque para sentirte no me hacen falta.
Y me paso la vida entera imaginando cómo sería pasear contigo por Malasaña, o cómo sería cogerte de la mano por Fuencarral, y, lo que es aún mejor, cómo sería besarte en mitad de la Gran Vía. En esa ciudad que será tan tuya, tan nuestra.
Me pregunto cómo será vivir creciendo a tu lado, viéndote despertar cada mañana en tu lado de la cama, la cual por las noches será el campo de batalla; nuestro propio campo de batalla. Y tú, amor, la más preciosa casualidad que podré haber conocido; porque sé que sólo tú serás la única persona capaz de matarme de amor y a la vez resucitarme con sus propios dedos.
Y lo sé porque serás esa casualidad que me tope cualquier día yendo a clase o de camino a una librería (y me tenga que dar la vuelta para confirmar que eras real) , o en cualquier bar de mala muerte en el que esa noche haya sesión de micro abierto y descubrirte en el escenario leyendo poesía o un relato sobre la primera vez que te enamoraste o tu primer verso; o simplemente entre el público, escuchando atentamente cómo los demás nos desahogamos. Y yo, subiré a leerte un texto sacado de la manga con la finalidad de tener la posibilidad de releerte en mi cama y así poder decirte al oído que llevo toda una vida entera soñando (despierta) contigo.
Me paso la vida imaginando cómo será llevarte una tarde de verano a París, de viaje express, y besarte bajo la Torre Eiffel. Ir a la aventura a Nueva York y en lo alto del Empire State parar el tiempo a tu lado, mirándote a los ojos y mirando la jungla de cemento que nos rodea. Y sentirme tan pequeña respecto al mundo y mirarte y sentirme la persona más grande de todas contigo. Me imagino viajando contigo a cada uno de los lugares que tengo en mi lista de 'dónde viajar a su lado'.
Entonces, respondiendo a la pregunta.
Creo que parezco de insomnio por volver a verte, por primera vez. Por encontrarte.
Creo que necesito ir a buscarte.
Bueno, mejor me voy a dormir y mañana ya se verá.

jueves, 1 de enero de 2015

Esperando lo inesperado.

A todos vosotros, ¿de verdad esperabais un mensaje a las 12 de la noche un mensaje que pusiera "quiero un 2015 contigo" ? No nos engañemos, que no creo que nadie nos ponga un mensaje diciendo eso. Aunque sé que más de uno miró el móvil esperando ese mensaje. Aunque yo me conformé con hablar durante horas con esa persona esperando ese mensaje sin esperanzas de recibirlo. Pero sólo con hablar durante horas me confirmo...
¿De verdad creéis que por poneros los tanguitas rojos a juego con vuestros labios vais a entrar mejor en el nuevo año? No nos mintamos, no va a pasar ni un milagro ni nada tan especial como esperas, no te va a dar suerte...
Ojalá algún año seamos capaces de cumplir todos aquellos propósitos (o por lo menos la mitad) que tenemos para el año que entra, todos esos que decimos que haremos entre copa y copa, entre uva y uva, entre risa y risa. Esos que decimos con la boca bien pequeñita y los dedos cruzados para creer que engañamos a alguien a parte de nosotros mismos.
Pero yo, por lo que a mi respecta, no soy quién para para decir lo que debéis o no hacer, cada uno que haga lo que quiera. Pero no os engañeis, por favor. No nos engañemos.
Pero sólo espero que este año sea diferente porque cuando a las doce dieron la última campanada no fue el pie derecho el primero que puse para llegar hasta mi hermano, más que nada porque llegué sin ningún pie en el suelo porque llegué hasta él volando, pero el primero que posé en el suelo cuando él me dejó en el suelo fue el derecho y eso me hace pensar que, aunque sea una suposición, este año será diferente. Y no, no me atrevo a decir mejor, porque llevarse se va a llevar a gente igualmente...
Y hoy empezamos un nuevo libro de poesía, con 365 poemas por escribir y millones de versos que perfeccionar a base de sonrisas, lágrimas y despedidas. Así que después de todo, este año sólo espero lo inesperado. Porque lo esperado todo el mundo lo espera...